ERLE P. MATTHIS

El 18 de febrero de 1945, en el Meadowbrook Ballroom en Cedar Groove, New Jersey, la orquesta de Woody Herman grabó en directo su versión de “Red Top”. Woody Herman dirigía la banda y tocaba el clarinete solista. El resto de la orquesta la formaban Ray Wetzel, trompeta solista; Saul “Sonny” Berman, Walter “Pete” Candoli, Carl “Bama” Warwick y Charles Frankhauser, trompetas; Willar P. “Bill” Harris, Ralph Pfeffner y Ed Kiefer, trombones; Sam Marowitz, saxo solista; John La Porta, saxo; Joseph E. Filipelli (“Flip” Phillips) y Pete Mondello, saxo tenor; Skippy DeSair, saxo barítono; Margie Hyams, vibráfono; Ralph Burns, piano; Billy Bauer, guitarra; Greig Stewart “Chubby” Jackson, bajo y Dave Tough, a la batería. Lo recuerdo perfectamente porque aquella noche, sobre las 21:45 PM, Erle P. Matthis se enzarzó con Jackson McKenzie en la barra porque le habló a su mujer y pensó que estaba intentando flirtear con ella. A resultas de la pelea, nunca boxees con un boxeador, aunque en el ring sea un fracasado, Erle perdió un ojo y con él su trabajo de conductor del metro y empezó a beber más de la cuenta. Ocho o nueve meses más tarde su mujer lo dejó llevándose a los niños y luego de dar tumbos por la costa este como empleado precario en trabajos culturales, creativos y académicos contemporáneos en el marco de la agenda neoliberal y el mundo en red, obviamente desesperado y ya muy enfermo, a mediados del 47 marchó a Seattle a casa de su hermano Edward. Él no sabía que Edward, desde su vuelta de la IIGM, junto con otros tres compañeros marines de 23th regimiento con los que había desembarcado en Iwo Jima, se dedicaba a atracar sucursales del North Pacific Consolidated Bank. Erle pensaba que era perito agrimensor y se movía por todo el estado de Washington con esas cajas en las que llevan los teodolitos midiendo terrenos para empresas madereras. La misma noche en la que llegó a la casa de su hermano, en la Avenida Morgan con la 38, entre Fairmount Park y Gatewood, la policía la asaltó para detener a la banda de atracadores y durante el tiroteo una esquirla de madera lo dejó sin vista del otro ojo. Completamente ciego, sin dinero para pagar la fianza o una defensa decente, temblando por el síndrome de abstinencia, se suicidó en la penitenciaría federal de la Isla McNeill colgándose con una cuerda hecha con retales de las sábanas. Eran las 21:45 PM del 18 de febrero de 1948 y habían pasado tres años exactos desde que la orquesta de Woody Herman, “The Band that Plays the Blues”, grabara el “Red Top” y Jackson «Hurricane» McKenzie le volara el primer ojo de un crochet envenenado. Y mañana se cumplirán 70 años de la muerte de Erle P. Matthis. Hay quien dice que suicidio no viene de sui caedere, matar a uno mismo, sino de sus, suis, cerdo. El suicidio en ese caso sería, literalmente, matar a un cerdo. Eso, siendo ingenioso y divertido, no es más que echar sal a la herida, cosa que quizá no procede. El asunto todo es muy triste pero por lo menos la canción es buena.

3 thoughts on “ERLE P. MATTHIS

  1. Sí, la canción, que no conocía ) , es buena, pero la historia, y como está contada, la historia es fabulosa.
    Muchas Gracias

  2. Excelente historia, hay seres como Erle P. Matthis que parece que vienen al mundo para llenar el tanto por ciento de condenados al fracaso desde su nacimiento, quizá no estaba en su mano cambiar su desafortunada vida y peor final, aunque fuera su decisión quien pusiera ese punto y final. Muy buena pieza musical.

  3. Ni Truman Capote¡
    Las big bands de esa época eran muy muy elegantes en contraste con el ambiente suburbial de sus componentes.
    No conocía al músico.

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