VENUS KALLIPIGIA

Cuando en una pira arden los dioses solo quedan las drogas para dar consuelo. Si te apuntas a ambos consigues la absoluta subversión dionisíaca. El culto a Baco, los peyoteros y alguna otra secta más. Cuando la religión pretendió respetabilidad las drogas fueron lo primero en desaparecer. Cuando Dios fue declarado muerto, las drogas fueron lo primero en volver. Hoy, sin Dios, ni Drogas. Estamos solos. Estáis solos. Y como las de todo ser solitario vuestras vidas carecen de sentido. Yo, con sensatez preclara, con intuición sobrehumana, me he apuntado a la droga del culo, en la religión del sexo. Adoro su culo como representación de todos los culos: sacerdote y feligrés del culto unitario a la verdadera y venerable Venus. Reposo, medito. Anacoreta en mi jardín enardezco pensando en tu asterisco. Salve, Venus Kallipigia. A tus pies mi ofrenda.

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